Mi nombre completo es Marcelo Gabriel Ribeiro Castelló, nací en Montevideo el 11 de febrero de 1968.
Cursé primaria en la Escuela Pública Nro. 62 del barrio La Floresta y estudié en la Universidad del Trabajo (UTU) en Flor de Maroñas.
En 1979 me mudé para la costa de Canelones, más precisamente a Solymar, y en 1996 me afinqué en El Pinar, balneario en el que aún vivo, cerquita de la desembocadura del arroyo Pando.
Mi vocación por la música viene desde muy chico, me encantaba ir al tablado a ver y escuchar, principalmente, las murgas.
Si bien tuve algunos intentos de estudiar guitarra siendo niño, recién a los 18 años lo hice en forma sistemática y desde allí nunca abandoné mi relación con este instrumento.
Mayoritariamente me formé como músico en el TUMP (taller uruguayo de música popular) en donde estudié guitarra con: Guillermo Lamolle, Rubén Olivera, Ney Peraza y Fredy Peréz.
Letras con Mauricio Ubal.
Percusión con Edú Lombardo.
Canto con Fernando Ulivi, y fuera de la institución con Sara Duffau.
Cursé algunos talleres con Jorge Lazaroff y Coriun Aharonián, referidos a la composición y con Gustavo Ogara estudié armonía.
Con Mariela Celentano me formé como tallerista en expresión musical para niños, a quién le debo muchos de mis hallazgos como docente.
En cuanto a mi trabajo…
En 1991 comencé a desarrollar mi labor docente-tallerista, principalmente con niños, en distintas instituciones educativas públicas y privadas de Montevideo y Ciudad de la Costa.
Entre los años 1992 y 1996 trabajé en un proyecto muy interesante que llevaba adelante el departamento de cultura de la I.M de Montevideo, “Teatro en el aula”. Visitábamos escuelas haciendo talleres rotativos con los niños de quinto año, procurando crear obras de títeres en las cuales ellos manifestaran sus necesidades, alegrías, tristezas, errores y aciertos en su convivencia diaria.
También para la intendencia de Montevideo trabajé unos cuantos años en el proyecto “Nuestros niños”, realizando talleres de música en las guarderías comunitarias, a través del T.U.M.P.
Paralelamente coordiné talleres de música para maestras en distintas partes de nuestro país, con la idea de compartir herramientas y fomentar el trabajo con música dentro del aula.
Participé en encuentros internacionales de educación por el arte, en foros latinoamericanos de educación musical, y en encuentros latinoamericanos de la canción infantil.
Entonces, en estos 25 años de docencia transité en las instituciones trabajando con distintas edades, ya sea a nivel primario o inicial, encontrando que mi perfil se adaptaba mejor a los más pequeños. Esto trajo aparejado que en estos últimos años me dediqué a desarrollar mi experiencia, principalmente con la franja que va desde los 2 años hasta los 8 años.
Mención aparte merece el proyecto personal que llevo adelante desde hace 9 años en El Pinar: “Borboleta un espacio para la experimentación sonora”.
En este espacio compartimos con los niños la formación musical a través de la experimentación con distintos instrumentos, haciendo hincapié en la creación, procurando dar una base amplia, que luego le permita a cada uno inclinarse por algún instrumento. Aquí las edades oscilan entre 4 y 10 años.
En cuanto a participaciones artísticas…
En la década del 90 comencé a participar con grupos en distintos espectáculos, abarcando varias artes escénicas.
En 1991 integré la murga “La Gran Siete” (8vo. premio en el concurso oficial de ese año) y el espectáculo teatral “¿No viste a los muñecos? Perdiste” con dirección de Ricardo Fontana y música: Jorge Schellemberg (Teatro del Anglo).
Desde 1993 y hasta el 2002, integré el grupo interdisciplinario: “Con perdón de los presentes” (luego cambió su nombre a “Bacalao”) con los que presentamos varios espectáculos musicales y de teatro callejero en Uruguay, Argentina y Chile.
En el año 1996 trabajé junto al grupo de títeres “La Gotera”. Hicimos una pequeña gira por el sur de Argentina presentando “Con todo y en valija” y “Si usted discrepa, es evidente que está equivocado”, ensalada de música, títeres y teatro.
Simultáneamente fui presentando espectáculos musicales como solista, en formato unipersonal o con banda, consolidando mi lado compositivo y también como intérprete. Mayoritariamente estas presentaciones fueron en Montevideo y en alguna ocasión Argentina (Buenos Aires y Tucumán).
A partir del año 2000 pude conjugar mi trabajo (como docente en expresión musical) con el lado más creativo, referido a la canción. Fue así como descubrí una beta, dentro de mi hacedor de canciones, enfocada al público más pequeño.
La necesidad de nuevas canciones para mi trabajo, entonces, despertó un interés tan fuerte, que desde allí en adelante nunca deje de componer canciones para niñas y niños.
Este nuevo proceso desencadenó: primero, un proyecto dentro de un jardín en el que trabajaba (Nro. 244 de Malvín) en el año 2002. Junto con las maestras, los niños y las familias, compusimos todas las canciones para la fiesta de cierre de ese año, donde las niños cantaban y bailaban acompañados por una banda integrada por algunos papás músicos del mismo jardín. Allí grabamos todo ese material en un disco que se llamó: “Plantando canciones por el Planeta”.
Este disco llegó a manos de Julio Brum (que por ese entonces estaba con ganas de comenzar a editar música para la infancia) y me propuso grabarlo profesionalmente, a lo que yo respondí que tenía otro material que consideraba más apropiado para un primer disco.
Así, en el año 2003, se editó para el sello Papagayo Azul: “Una fiesta extravagante”. En Argentina se editó en el 2004 a través del sello Gobi Music.
De este disco (junto a la banda “La extravagancia”) se desprendió un espectáculo para niñas y niños que llevaba el mismo nombre. Fueron más de 70 presentaciones entre los años 2004 y 2007, en varias salas, teatros, espacios abiertos de Montevideo, Maldonado, Canelones, Buenos Aires, donde más de 40 000 niños han participado de este show.
También se presentó en Montevideo y Maldonado en el marco del 7mo Encuentro de la canción infantil Latinoamericana y del Caribe.
En el 2007, ya con la banda “La extravagancia” consolidada, editamos (en forma independiente) “Un circo circulando” (Gobi Music también editó este disco en Argentina – 2010). Nuevo disco para niñas y niños que reúne un puñado de canciones con un amplio abanico de géneros musicales.
Basado en este disco presentamos un nuevo espectáculo con el mismo nombre, que tuvo desde el 2008 al 2011 más de 80 presentaciones, en las cuales han participado cerca de 50 000 espectadores de gran parte del país.
Declarado de interés cultural por el Ministerio de Educación y Cultura y la Intendencia Municipal de Montevideo.
En el año 2010 presentamos un nuevo disco llamado “Aldaba en el agua”. Este tiene la particularidad de ser parte de un proyecto más amplio, pues se incluye en un libro que escribí para maestros/as, y que se llama “Toque y pase, una herramienta sonora para el aula”.
En él cuento muchas experiencias y hago algunas propuestas con la idea de poner la música al alcance de la mano, una herramienta de uso cotidiano, donde no es necesario ser músico, sino tener ganas de experimentar, de animarse a explorar el vasto mundo sonoro.
En cuanto al disco propiamente dicho, tiene una temática bastante distinta de los anteriores en lo referido a sus letras. Pretenden ser una sonora llamada de atención, una aldaba golpeando en el agua, un minúsculo rayo de luz que despierte el interés en pos del cuidado de los recursos naturales, un tintineo que estimule la revalorización de la solidaridad, la alegría, el respeto, el sentido de la justicia, fomentando el derecho de vivir en plenitud a los que aún no han llegado. En fin, unas cosquillitas a favor de la esperanza.
2011 fue un año intenso, a las funciones que veníamos presentando con la banda le sumé un nuevo formato de espectáculo más intimista, una suerte de juglar que mezcla canciones y cuentos.
El primero de ellos se llamó “El señor de los sombreros”, trabajo unipersonal, donde la música es la alfombra voladora que nos permite viajar a distintos lugares y tiempos.
Tiene como soporte un protagonista que en el momento de ponerse alguno de los sombreros (que forman parte de la escenografía) personifica un recuerdo, que se hace historia cantada o contada.
Con este formato participé en el 10 encuentro latinoamericano de la canción para la infancia que se realizó en Riberaô Preto, San Pablo, Brasil.
También recorrió buena parte del país con una cantidad de funciones en los más diversos ámbitos.
Se gestó en el 2012 el espectáculo “Canciones mojadas” basado en el disco “Aldaba en el agua”. Lo presentamos en varios lugares del país con gran afluencia de público. Por su temática fue declarado de interés por el Consejo de Educación Inicial y Primaria y el disco se incluyó en la valija de herramienta para maestros del Proyecto de Maestras Comunitarias Además de las decenas de presentaciones en instituciones educativas y en la sala Zitarrosa, con “Canciones mojadas” participamos en el 2013 en el 11 encuentro de la canción latinoamericana y del caribe para la infancia, que se realizó en Bogotá y Melgar, Colombia
Con motivo de celebrarse 10 años del primer cd “Una fiesta extravagante” el 13 de diciembre de 2013, hicimos una presentación particular en la sala Zitarrosa con toda la banda y muchos invitados. En esa ocasión quedó registrado en audio e imagen lo que sería después nuestro primer DVD “Hacedor de canciones. 10 años de extravagancias”, que se editó en el año 2014.
Paralelamente a la actividad como docente y las distintas presentaciones musicales, participé como coautor de una serie de librillos didácticos para Maestros comunitarios y profesores de educación física: “Encastres, algunas propuestas para una escuela en juego”. Éstos fueron publicados por el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEI) con el respaldo del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES)
En el año 2014 estrené un nuevo espectáculo unipersonal: “Los bolsillos del Hacedor”. Un personaje juglaresco busca entre su ropa a su acompañante de andanzas que no quiere dejarse ver. En la búsqueda encuentra en cada bolsillo recuerdos que le traen al presente canciones, anécdotas y hasta la personificación de un bolsillo en títere que cuenta sobre sus quehaceres.
A mediados del 2015 comenzamos a grabar el nuevo CD: “Canciones cortitas y otras no tanto” que luego de un largo período de trabajo en el estudio, fue editado en el 2016.
Simultáneamente que se edita, presentamos el nuevo show que lleva el mismo nombre y ya son más de 6000 niños que lo vieron en aproximadamente 6 meses.
Hasta aquí este resumen, que evidentemente tendrá nuevas incorporaciones.
Abrazo para todos,
Marcelo.